Hay momentos en que me siento muy joven, veo el mundo con los ojos de un niño, asombrado y maravillado por un mundo que no comprendo. Me surge una y otra vez La Pregunta, ese "por qué" insistente con el que ametrallamos a nuestros progenitores (o a cualquier mayor susceptible de estar dispuesto a perder su tiempo explicándonos algo) y a través del cual buscamos una explicación a lo que vemos pero no comprendemos.
¿Por qué el nacionalismo? ¿Por qué el nacionalismo? ¿Por qué la religión? ¿Por qué?
lunes, 20 de junio de 2005
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